“Dios no llama al capacitado, sino que capacita al llamado”.
Un refrán espectacular, pero como siempre se usa para auspiciar la mediocridad.
Cuando Dios llama, Él sabe a quien llama. Esa persona va a necesitar mejorar algunas áreas, pero ahí es donde Dios se manifiesta.
Piensa en Moisés. Todo el mundo usa el ejemplo de que era tartamudo para decir que “Dios capacita al llamado”. Pero la verdad es que eso era una excusa que tenía Moisés. Él no quería volver allá por temor de que lo mataran por sus crímenes y su traición a Egipto.
Dios tenía un trabajo enorme para Moisés. Obviamente, si Dios no lo apoya jamás iba a lograr lo que hizo. Pero Dios escogió a Moisés porque ya él tenía unas características y habilidades que representaban un gran potencial. Dios sabía a quien estaba llamando y sabía lo que esa persona era capaz de hacer.
Dios no escoge a cualquiera. Él no te llamó impulsivamente para darte un “crash course” a lo loco y hacerte hacer lo que nunca tuviste dentro.
Si Dios te llama…no eres un último recurso. Si Dios te llama…es porque te hizo con gran potencial.
